Me da mucho miedo y a la vez mucha risa el tema de la inseguridad. Si piensan que estoy loco les pediré que primero lean y después opinen acerca de mi estado mental. Me da miedo porque nadie nos puede garantizar la seguridad, todos somos potencialmente asaltables y secuestrables. Salir a la calle ya implica un riesgo, sobre todo si vas a algún lugar muy concurrido o algún lugar muy sombrío como son algunas colonias como Santa Julia, San Felipe, Tepito, Doctores, etc. Ver a dos hombres caminando hacia ti, podría hacerte temblar de miedo si notas que se hacen señas entre ellos o ver un carro que se acerca con las luces apagadas o de algún color oscuro o de vidrios polarizados, o todas las anteriores, es una invitación para salir corriendo en busca de alguno de los postes que iluminan la zona.
Mucho dicen hacer las autoridades para aumentar la seguridad, que puedas salir a la calle sin cuidarte y poder confiar de las personas que te rodean. Pero no es así, sigue habiendo inseguridad, por una parte las personas que se rehúsan a denunciar los delitos, hasta eso es difícil, levantar una denuncia es un proceso que podría llevarte varias horas en la delegación y que al final de cuenta no haya delito que perseguir alegando que no estás muerto por lo tanto no hay nada que perseguir.
Y me da risa, si, me da mucha risa, porque lo primero que deben de hacer para garantizar la seguridad es hacerle entender a nuestros policías que están para hacer cumplir la ley, ese es su trabajo, tal vez pierdan el tiempo enseñándole los artículos de la constitución y las garantías individuales, o tal vez les estén enseñando a llevar dietas más saludables. Pero no les repiten hasta el cansancio que trabajan al servicio de México y los mexicanos. Si no pueden si quiera detener a las personas que venden en el metro que van a ser contra bandas de delincuentes bien organizadas, si no pueden detener a los jóvenes que se meten “en bolita” por la puerta de emergencia del metro que van a hacer frente a los “gorilones” que hacen ejercicio en el Parque Salesiano y en cualquier otro.
Ese es el verdadero problema de la inseguridad.
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